Todo lo que rodea a Lionel Messi genera cualquier tipo de emociones en los argentinos, y se intensifica cuando el crack pasa unos días de descanso en el país. Eso mismo ocurrió este miércoles con una particular historia que se viralizó.
La familia del rosarino, instalada en el barrio cerrado Kentucky de Funes, pidió churros y la repercusión fue total. Es que desde el local no atendieron el teléfono y casi se pierden la chance de venderle su producto a los Messi.
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Al final pudieron coordinar y los churros llegaron a la casa del 10. Los llevó un cadete de 18 años que es fanático de Rosario Central, el clásico de Newell's, el club de donde surgió la Pulga.
En medio del furor, ahora se conoció el chat de WhatsApp de la familia Messi con la churrería. Según publicó TN, Antonela Roccuzzo fue quien se encargó de hablar con el local y realizar el pedido.
En las capturas se puede ver que los Messi pidieron tres docenas y media de churros rellenos. Al ver los gustos en la carta, encargaron dos docenas de dulce de leche, una de crema pastelera y media de nutella. En total fueron 9.500 pesos, que pagaron por transferencia de Mercado Pago.
El producto llegó al barrio Kentucky y lo que parecía un delivery normal se convirtió en una sorpresa monumental. Pasó una hora y media hasta que los empleados se dieron cuenta que el pedido había sido del mismísimo capitán de la Selección Argentina.
“¡Hola! ¡Ustedes están locos! ¡Como no nos van a decir esto! Hace varios años llevamos y nunca supimos si nuestros productos llegaban al campeón”, fue el mensaje que envió Sofía a Antonela.
El local admitió que ese día tuvieron algunos problemas en la elaboración de sus productos, pero la rosarina les dijo que "estaban muy buenos" y adjuntó tres emojis.
El cierre de la conversación fue de emoción total por parte del comercio. Con un sticker de Darío Barassi, la encargada expresó: "¡Muchas gracias, me cambiaron el día, el año y la vida!".