Un episodio de telenovela rodea a Novak Djokovic. Esta vez, el papá del número uno del mundo no se quedó callado e interpeló duramente al gobierno australiano tras la deportación de su hijo a su país natal.
Mientras el futuro del jugador de convertirse en récord mundial con más premios grandes se ve cada vez más difuso, Srdjan Djokovic convirtió el acto que vivió Novak, en un símbolo de libertad. "Mi hijo ha estado en cautiverio esta noche, pero nunca ha sido más libre. A partir de hoy, Novak se convertirá en un símbolo y líder del mundo libre, en el líder de los países y pueblos oprimidos", comentó.
Hasta el momento, el tenista serbio, quien se encontraba retenido en el país oceánico, no podrá jugar el primer Grand Slam de la temporada.
Inicio del conflicto
En los últimos días la situación de Novak y el Abierto de Australia dio un giro de 180°. Con un mensaje de esperanza para sus seguidores, días atrás Djokovic comentaba en sus redes la victoria de poder participar en la competencia que le abriría paso a obtener 21 victorias y superar entonces a sus contrincantes Federer y Nadal.
Eximido de vacunarse gracias a un certificado médico, el serbio sortearía los límites burocráticos anticipados por Australia y lograría el ingreso al país sin su carnet de vacunación contra el Covid-19. Sin embargo, el momento de la verdad en el aeropuerto no fue así.
Al pisar tierras australianas, Novak se encontró con la sorpresa de que su visa había sido cancelada y su situación legal se titularía horas después como deportado. Tras ocho horas encerrado en una habitación de un "hotel sucio", en palabras del padre, Serbia se convirtió en el nuevo destino del jugador.
"Querían humillarlo. Podrían haber dicho 'no vengas, Novak', y eso habría estado bien. Pero no, querían humillarlo y aún lo mantienen en prisión", exclamó.
Djokovic, un héroe de leyenda
Ante la situación de extrema consternación para el mundo del tenis, Srdjan Djokovic, padre del tenista, fue claro en lo que opinaba sobre la situación humillante que vivió su hijo, y lo definió como el héroe serbio.
"Demostró que incluso un país pequeño y heróico como Serbia puede tener al mejor deportista de todos los tiempos. Esto no se puede ocultar. Pueden encarcelarlo hoy o mañana, pero la verdad siempre encuentra su camino. Novak es el Espartaco del nuevo mundo que lucha por la igualdad de todas las personas del planeta, sin importar a qué Dios recen o cuánto dinero tengan", defendió.
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Posicionando a decisiones políticas como el detrás de todo, Srjan atinó: "Es posible que el mundo rico no permita que Nole continúe jugando al tenis, pero revelará su verdadero rostro y así comenzará un juego mucho más serio. Por un lado, habrá miembros codiciosos y arrogantes de la oligarquía mundial, y por otro, un mundo libertario y orgulloso que aún cree en la justicia y la verdad".
Si bien el Gobierno Serbio, junto con los abogados del tenista, están haciendo todo lo posible por lograr la participación del número 1 del Ranking ATP, el padre del tenista no piensa en una batalla ganada: "¿Qué podemos hacer si no le dejan jugar? Esperaremos a Roland Garros y al Grand Slam número 21".
La justificación de Australia
Desde un principio las autoridades australianas, incluído Scott Morrison, primer ministro del país, advirtieron que no habría excepciones en cuanto a la exigencia del carnet de vacunación.
Con la llegada del serbio al país, y posterior caos que se generó, trascendió un comunicado que "explicaba" los motivos de detención: "El señor Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y su visa fue cancelada. Los no ciudadanos que no tengan una visa de entrada válida o cuya visa haya sido cancelada serán retenidos y expulsados de Australia”.
Con una invitación a salir a marchar a las calles por parte del padre, y un presidente serbio que calificó la situación como "persecución política", la situación del tenista se convertirá en un hito histórico, que dejó la pandemia, en el mundo del deporte.