El caso de Ignacio Di Lalla representa el de muchas otras personas que padecen algún tipo de discapacidad o comorbilidad grave y que todavía no recibieron la vacuna contra el Covid-19. “Siento mucha impotencia porque ya vacunaron a muchos jóvenes en mejores condiciones de salud que mi hijo”, dijo su papá Héctor.
Nachito y su hermano mellizo Tomás cumplieron 18 años el pasado 25 de marzo de 2021. Ambos nacieron prematuros y tienen parálisis cerebral cuadripléjica espástica, “pero la condición de Tomy es más leve”, contó el padre a ElDoce.tv. La mayoría de edad les permitió inscribirse para recibir la vacuna contra el coronavirus.
Ignacio no habla, no camina, usa pañales y siempre necesita la asistencia de otra persona. Su salud es muy frágil porque padece bronquitis y neumonías de forma repetitiva. “Antes de la pandemia, durante unas vacaciones familiares, estuvo cinco días internado en Florianópolis por este motivo”, relató Héctor Di Lalla.
“Además, tiene botón gástrico porque le pasaba la comida directamente a los pulmones, así que se alimenta de esta manera”, explicó el papá, preocupado por la condición de Nachito.
Drama
Pasan los días y la desesperación es cada vez mayor. Los familiares de los jóvenes pensaron que, debido a su condición, estarían incluidos en el grupo de riesgo que requiere la vacunación antes que los demás. Sin embargo, van casi tres meses de espera y el turno no llega.
“Me tocó mi turno para vacunarme, le quise ceder la vacuna a Nachito y no me dejaron. Lo mismo quiso hacer su mamá y tampoco. La mujer que asiste a los chicos también lo intentó y no hubo caso. Incluso lo llevamos varias veces sin turno y nos dijeron que esperáramos la notificación”, relató el hombre.
Héctor es ingeniero y trabaja en la construcción. Constantemente está en contacto con gente y tiene a cargo a 30 personas, a veces más. “Muchos se infectaron y yo sufro cada vez que llego a mi casa por el miedo de contagiar a Nachito”.
En todo este tiempo de espera, la esperanza se volvió un drama y ahora se transformó en bronca: “Ya me cansé de esperar. Llamamos infinidad de veces al COE, a Salud y a Discapacidad y nos dijeron siempre que había que esperar porque ya estaba inscripto”.
Publicación
“Una vacuna para Nachito”, así tituló el posteo que su papá hizo en su cuenta de Facebook buscando visibilizar su situación. “Tras la publicación se contactaron conmigo y me dijeron que en la inscripción no le habían anotado la edad que tenía y que por eso no lo llamaban”, contó.
La divulgación de su caso a través de las redes sociales provocó que muchas otras familias en su misma situación expresaran el mismo pedido de vacunación para las personas con discapacidad.
Desde el Ministerio de Salud provincial no hubo respuestas ante el requerimiento de información respecto al avance de la vacunación contra el Covid-19 en personas con algún tipo de discapacidad.