Este jueves significará un antes y un después en la vida de Nayla Janet Farías. Tras soportar un calvario que duró al menos tres años, la Justicia de Córdoba condenó a su padre por dos hechos de abuso sexual.
Nicolás Sebastián Murúa (43) recibió una pena de 15 años de prisión. Había sido detenido en marzo de 2021 luego de una larga lucha de la víctima. Incluso, ya en la cárcel, siguió amenazando a su hija a través de sus redes sociales.
El hombre confesó los cargos y la sentencia se conoció en un juicio abreviado en Tribunales II. A la salida, Nayla se mostró conforme con el veredicto. "Le gané, pude comprobar lo que pasó e hice justicia", afirmó en diálogo con El Doce.
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Indicó que su padre biológico "nunca levantó la mirada". "No pude decirle nada, jamás me miró a mí o a mi familia, solamente escuchaba el testimonio de la fiscalía y miraba a su abogada", detalló.
Farías aprovechó y le dejó un convincente mensaje a su abusador. "Sé que me va a escuchar y quiero decirle que soy fuerte, no soy la niña débil que abusaste. Acá estoy, más fuerte que nunca", dijo con la voz quebrada.
La joven de 20 años también volvió a recordar el caso Sathya Aldana que sentó precedente en la historia judicial del país. Aseguró que su "objetivo" fue "siempre evitar el destino" de la chica que se suicidó a los 19 años por las violaciones de su padre.
"Su caso me dio muchísima fuerza, sus testimonios y múltiples denuncias, y que haya terminado quitándose la vida. Me puse como objetivo evitar ese destino", señaló Nayla.
Por último, Farías habló de su futuro a partir de la tan esperada condena: "Ahora solo me queda rehacer mi vida de nuevo con mi familia, que es mi única fortaleza, y tratar de olvidar lo que un día me pasó".
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