¿Continuidad o cambio? Era la gran pregunta detrás del cónclave para elegir al nuevo Papa. Con la designación de Robert Francis Prevost esas incógnitas empiezan a despejarse, aunque otras terminarán por aclararse a lo largo de su papado. Entre ellas está la postura que asumirá frente a los homosexuales.
En principio León XIV fue definido como una persona que durante su misión en Perú optó más por el silencio y el hermetismo en sus opiniones. Reconocen que tenía varias coincidencias en la visión de Francisco, aunque con ciertos reparos.
Una de las diferencias se advierten en la relación con la comunidad LGBTQ, con quien adoptó una postura más conservadora. De todos modos es visto como una “alternativa equilibrada” entre progresistas y conservadores y no está claro si estará tan abierto a los católicos gay, lesbianas, bisexuales y trans como era Francisco.
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No obstante destacaron su apoyo en otros aspectos como el cambio en la práctica pastoral para permitir que los católicos divorciados y vueltos a casar por lo civil reciban la Sagrada Comunión.
Una de sus principales declaraciones las realizó en 2012 ante obispo, ocasión en la que lamentó que los medios occidentales y la cultura fomentaran “simpatía por creencias y prácticas que están en desacuerdo con el evangelio” citando el “estilo de vida homosexual”.
Sin embargo durante el mismo sínodo sostuvo que “la oposición abierta al cristianismo por parte de los medios de comunicación es solo una parte del problema”.