Tobías Ellwood, subsecretario de Estado y ministro para Asuntos de Medio Oriente y África, se convirtió en un héroe para los ingleses por su inmediata actuación tras el atentado que dejó al menos cinco muertos en Londres.
Si bien no pudo revivir al policía acuchillado por el terrorista, el funcionario de 50 años intentó ayudarlo con maniobras de reanimación cardiopulmonar. Ellwood utilizó conocimientos sobre primeros auxilios, aprendidos en su paso por las Fuerzas Armadas del Reino Unido, pero el policía murió.
"Es una gran tragedia. Traté de detener el sangrado y darle respiración boca a boca mientras llegaban los médicos, pero creo que perdió mucha sangre", relató a los medios locales.
Doloroso pasado
Aunque resulte increíble, es la segunda vez que el ministro siente de cerca la impotencia y desesperación que producen la muerte y el terrorismo. Hace 15 años, en la isla de Bali, su hermano Jonathan murió a manos del grupo islámico Jemaah Islamiya.
Tobías debió viajar al lugar para reconocer el cádaver de una de las 202 víctimas que fueron sorprendidas por ataques suicidas y cochebombas mientras disfrutaban de la noche en distintos centros turísticos de Indonesia. A pesar de la recomendación de los médicos para no hacerlo, en la morgue descubrió la bolsa y vio lo que quedaba del cuerpo de su hermano. Entonces, debió llamar a Inglaterra para decir: “mamá, es Jonathan...".