El horror en Siria recorre el mundo. Muerte, destrucción y desolación, así se vive después de la explosión de un coche bomba en el oeste de Alepo, que dejó más de 100 muertos, entre los cuales al menos 68 eran niños.
La guerra civil por el control de este país se desató entre el régimen de Bashar Al Assad, los opositores y grupos terroristas. Las imágenes muestran la dimensión de este escalofriante y sangriento ataque.
Abd Alkader Habak estaba en ese lugar, registrando la evacuación de los civiles. Se trata de un fotógrafo que se convirtió en símbolo de la violencia de este atentado. Pero su corazón fue más grande y dejó de lado su trabajo para ayudar a salvar a las víctimas.
Sin embargo, terminó de rodillas llorando sin consuelo, cerca del cuerpo de un niño, otra vida arrebatada por el odio y el poder. Antes, pudo salvar a otro pequeño, víctima de este conflicto que parece no tener fin.
Uno de sus colegas, Ala’a Shehabi, registró ese cruel momento y lo compartió a través de las redes sociales con un mensaje que describe el hecho: "Lo que mis colegas y yo hemos hecho hoy es inspirar humanidad a los responsables del asesinato de niños en Khan Sheikhan".