El asesinato en Colombia del fiscal Marcelo Pecci conmocionó a todo Paraguay. Dos sicarios montados en motos de agua acribillaron al funcionario mientras se encontraba en la isla de Barú, cerca de Cartagena, con motivo de su luna de miel junto a su esposa, Claudia Aguilera.
Pecci integraba la Unidad Especializada de Lucha contra el Crimen Organizado y el Narcotráfico y participaba de la investigación de lavado de dinero proveniente del comercio de estupefacientes más grande de la historia paraguaya, conocida como "A ultranza Py".
La operación había realizado más de 100 allanamientos en febrero, más de 40 detenciones y había incautado bienes con valores superiores a 100 millones de dólares. Además, el fallecido investigaba un conjunto de crímenes ocurridos en un recital en San Bernardino, localidad próxima a Asunción.
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Por el lado del presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, condenó el asesinato por redes sociales. "El cobarde asesinato del fiscal Marcelo Pecci en Colombia enluta a toda la nación paraguaya", fue una de las frases de condolencias del mandatario.
El Jefe de Estado colombiano, Iván Duque, también repudió el lamentable hecho y reveló que el general Jorge Vargas, director de la Policía Nacional, ya se encontraba en Cartagena para llevar a cabo las investigaciones.
Asimismo, Vargas aseguró que una "comisión de oficiales" paraguayos llegará a Colombia para unirse a las pesquisas, que también serán apoyadas por autoridades de Estados Unidos.
Por otra parte, aunque negó que haya recibido amenazas, la mujer de Pecci recordó el ataque en diálogo con W Radio: "Llegaron dos hombres, se acercaron, le dispararon y se fueron; un guardia quiso acercarse pero también le dispararon".
Aguilera y Pecci celebraban su luna de miel y el embarazo de la mujer, por lo que la tragedia cobró tintes aún más dramáticos.