La prensa alemana lo describió como "culpable de la mayor serie de homicidios desde la Segunda Guerra en Alemania". Niels Högel, tiene 45 años, trabajó como enfermero en dos clínicas del norte de Alemania y fue condenado a cadena perpetua por los crímenes que cometió entre 2000 y 2005.
Este jueves recibió la pena máxima luego de asesinar a 85 pacientes con sobredosis de medicamentos. Högel lleva 10 años en prisión, pero ahora el juez del tribunal regional de Oldenburg volvió a condenarlo luego de que el hombre reconociera sus actos y se declarara culpable.
El también calificado como “enfermero de la muerte” elegía a sus pacientes, de entre 34 y 96 años, de forma arbitraria. Según se defendió el acusado, drogaba a sus pacientes para provocarles paros cardíacos y luego intentar reanimarlos.
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Si bien en 2015, cuando fue sentenciado por primera vez, creían que el horror había llegado a su fin, llegó a oídos de la fiscalía que lo investigaba que había asesinado a más personas. Todas las muertes habrían ocurrido cuando Niels Högel estaba de turno. La Policía cree que la cifra real podría alcanzar los 200.