El fanatismo por los líderes políticos puede llegar a extremos trágicos. Eso sucedió en Brasil este jueves cuando Rafael Silva de Oliveira, seguidor del presidente Jair Bolsonaro, asesinó a puñaladas a Bendito Cardoso Dos Santos, que simpatizaba con los ideales del exmandatario Lula da Silva.
El tremendo hecho ocurrió en una finca rural en la ciudad de Confresa. Ambos estaban cortando leña en ese lugar cuando se desató la discusión. Dos Santos le pegó a Silva de Oliveira y sacó un arma blanca. Pero su compañero logró quitársela y lo apuñaló.
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Fuentes policiales indicaron que “el autor del crimen apuñaló a la víctima en la espalda, el cuello y la cabeza”. Y agregaron: “Como si fuera poco se dirigió a una casilla cercana, tomó un hacha y volvió para rematarlo con un corte en el cuello”.
Confesión
El atacante escondió las dos armas que usó y fue a un hospital para ser atendido por los cortes que tenía. Aseguró que intentaron asaltarlo. Horas más tarde fue llevado a declarar por el presunto robo pero se quebró y confesó el homicidio.
“Lo que llevó al crimen fue una opinión política divergente; la víctima estaba defendiendo a Lula, y el autor, defendiendo a Bolsonaro”, explicaron desde la Policía de Brasil.
Violencia por las elecciones
Brasil elegirá presidente el próximo 2 de octubre. En la previa a esos comicios hay encuestas que posicionan a Lula, líder del Partido de los Trabajadores (PT), con más del 40 por ciento de los votos en la primera vuelta. Mientras que Jair Bolsonaro alcanza poco más del 36 por ciento.
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Estos datos impulsaron a los brasileños de distintas ideologías políticas a enfrentarse y cometer hechos de violencia extrema.
En julio un funcionario del partido de Lula fue asesinado por el guardia de una cárcel que apoyaba a Bolsonaro. Ese mismo mes un policía que también simpatizaba con el actual presidente mató a un dirigente de Lula.
El último hecho ocurrió el viernes cuando un grupo de seguidores de Lula agredió a un hombre que apoyaba a Bolsonaro.