Una sorprendente y emocionante historia tuvo lugar en el hospital universitario Wroclaw de Polonia. Una mujer con muerte cerebral fue mantenida viva de manera artificial por 55 días para que pudiera nacer el hijo que llevaba en el vientre.
La madre tenía 41 años y sufría un letal cáncer en el cerebro. Cuando llegó al centro de salud, el embarazo era de sólo 17 semanas de gestación. "Toda su familia quiso que intentemos salvar al niño", explicó Bárbara Krolak-Olejnik, jefa del departamento de neonatología.
"Fue una larga batalla de 55 días. Nosotros queríamos que el pequeño crezca lo más posible pero un día, frente a un peligro que ponía en riesgo su vida, optamos por hacerlo nacer por cesárea, señaló la doctora.
Finalmente, el bebé nació en la 26º semana de gestación y sólo pesó mil gramos. Luego de tres semanas de cuidados intensivos, su estado de salud correspondía al de un prematuro extremo. Por eso, fue dado de alta sin complicaciones y con tres kilos de peso.