Desde hacía un año, abusaba de la amiga de su hija, ambas de 10 años, cada vez que iba a su casa para jugar. “Aprovechaba que su esposa no estaba y la mandaba a su hija al almacén para quedarse a solas con la pequeña y procedía a manosearla en sus genitales”, explicaron desde la Fiscalía General de la Nación.
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El aberrante hecho ocurrió en el departamento de Artigas, ubicado a 500 kilómetros al norte de Montevideo, Uruguay. De acuerdo al comunicado emitido por la Fiscalía, la hija del agresor de 62 años, presenció uno de esos episodios, por eso la niña le dijo a su amiguita que "conocía lo que su padre le estaba haciendo”, pero “tenía mucho miedo de su padre y de que nadie les vaya a creer”.
Pero un día, las niñas se pusieron de acuerdo para ponerle fin a semejante vejación. Cansadas de la situación, la víctima se sometió voluntariamente al abuso para filmar el hecho y de esta forma mostrar que tenían pruebas. Utilizaron una computadora, conocida como “la máquina de los niños”, para que los adultos les creyeran. Algo realmente vergonzoso.
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Después del doloroso hecho por el que tuvo que pasar, le mostró el video a su tía. Inmediatamente la familia de la niña realizó la denuncia penal. Por esta razón, fue detenido acusado por la presunta comisión de “reiterados delitos de atentado violento al pudo, agravados”.