El hombre compró la entrada del boliche Pulse, recorrió el lugar y se fue. Al rato volvió y asesinó a 49 personas.
El hecho fue confirmado por fuentes oficiales que dicen tener pruebas de que Omar Mateen estuvo dos horas antes de la matanza en el club nocturno.
Lo que los investigadores del caso consideran es que Mateen también utilizó este tiempo para revisar la seguridad del boliche y poder delimitar con precisión los pasos a seguir.
El FBI está reconstruyendo lo que sucedió esa noche a través del seguimiento de su teléfono móvil, las cámaras de seguridad del lugar y las declaraciones de los testigos que ese día celebraban la noche latina.
Los investigadores aún desconocen qué hizo Mateen durante las dos horas que pasaron desde que dejó el club hasta que regresó. Tampoco saben las razones por las que el asesino compró el día anterior al ataque tres boletos de avión para él, su esposa y su hijo con destino a San Francisco en julio.
Su esposa aseguró que cuando abandonó la casa en Fort Pierce el sábado para viajar hasta Orlando, estaba enojado y llevaba una bolsa con sus armas.