"Muchos se levantaron de los asientos y comenzaron a gritar", señaló Erwin Tumiri, uno de los seis sobrevivientes de la tragedia aérea que dejó 71 muertos en la localidad colombiana de Antioquia.
El comisario de abordo del avión de Lamia CP-2933 sufrio varias heridas pero está fuera de peligro. "Sobreviví porque seguí los protocolos de seguridad", señaló en declaraciones con Radio Caracol, de Colombia. Además, explicó en qué consistía el procedimiento: "Puse las maletas entre mis piernas para formar la posición fetal que se recomienda en los accidentes".
Tumiri es uno de los dos integrantes de la tripulación que sobrevivieron junto con la azafata Ximena Suárez, con quien viajaba en la parte trasera del avión que llevaba al plantel del club brasilero Chapecoense a jugar la final de la Copa Sudamericana.
Justamente, la azafata Suárez también llegó a expresar algunas palabras, a una funcionaria del gobierno de Antioquia, luego de ser rescatada.
"Las luces se apagaron y no recuerdo más hasta ahora", expresó la mujer, de nacionalidad boliviana. Seguramente, su testimonio servirá para intentar descifrar las causas de la tragedia.
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La azafata de 28 años sufrió fracturas en los brazos, piernas y cuello, pero se encuentra fuera de peligro. Pudo ser identificada rápidamente por los rescatistas porque llevaba colgada su credencial laboral de la empresa LAMIA.
"Lo poco que ella habló fue que se empezaron a apagar las luces paulatinamente y que a los 40 a 50 segundos sintió el estallido. Hasta ahí se acuerda", indicó el gobernador Luis Pérez Suárez.
Los otros cuatro sobrevivientes del accidente son el periodista Rafael Henzel y los futbolistas Jackson Folman, Alan Ruschel y Hélio Neto.