José Salvador Alvarenga se hizo conocido, a fines de 2013, cuando fue rescatado con vida después de navegar a la deriva por 13 meses en el océano Pacífico.
Claro que el hombre de 36 años no había iniciado sólo el viaje. Había contratado a Ezequiel Córdoba, un joven de 22, para que lo acompañara en dos días de pesca por las costas mexicanas.
Una fuerte tormenta les hizo perder el control de la embarcación y los llevó a la deriva. Según la historia contada por Alvarenga, se alimentaron de peces, aves y bebieron sangre de tortuga y orina. Ezequiel no sobrevivió y su compañero decidió arrojar su cuerpo al mar, después de navegar seis días con los restos del joven en el barco.

Ahora, la familia del joven lo acusa de canibalismo y le inició una demanda por un millón de dólares.
Ricardo Cucalón, abogado de Alvarenga dijo que su defendido no se comió el cuerpo y que la familia de Ezequiel Córdoba pretende las ganancias del libro que Salvador publicó. “Muchos creen que el libro está haciendo a mi cliente rico, pero lo que va a ganar es mucho menos de lo que la gente piensa”, señaló el abogado.
