En marzo de 2011 un tsunami arrasó con las costas de Japón, luego de un fuerte terremoto que tuvo el epicentro en el mar frente a la ciudad de Honshu. Según los sismólogos el terremoto duró unos seis minutos, lo que generó un letal tsunami que dejó más de 15 mil muertos y más de 2.500 desaparecidos.
En ese marco, la historia de un japonés emociona por estas horas en las redes sociales. Se trata de Yasuo Takamatsu, quien aprendió a bucear y cada semana se sumerge al océano en busca de su esposa desaparecida tras la catástrofe.
"Aprendí a bucear. Siento que podré encontrarme con ella un día si sigo buceando. No tengo más opción que seguir buscándola. Me siento más cerca de ella en el océano", le confesó el hombre de 64 años a The New York Times.
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De hecho, Takamatsu aún conserva el último mensaje que le envió a su mujer en aquel momento: "¿Estás bien? Quiero ir a casa". La mujer se había refugiado en el tejado de un banco ante el avance de las olas.
Desde 2013, el japonés bucea manteniendo la misma esperanza de siempre. Yasuo tiene su licencia de buceo y realiza inmersiones cada semana para tratar de encontrar los restos de su esposa.
"Últimamente hay noticias de restos encontrados. Por eso creo que es importante seguir buscando sin rendirse", contó el hombre, que hasta el momento ha realizado al menos 470 inmersiones.