La masacre de Maine ocurrida el jueves pasado aún conmociona a Estados Unidos. En las últimas horas encontraron muerto a Robert Card, el sospechoso del tiroteo que dejó 22 muertos. Tenía una herida por un disparo autoinfligido, indicaron desde la prensa norteamericana.
De acuerdo a lo que informó el jefe de seguridad pública de Maine, Michael Sauschuck, el hombre se disparó a sí mismo en la cabeza y murió. “Robert Card está muerto”, expresó la gobernadora demócrata Janet Mills, que fue la primera en referirse a la noticia.
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“Como mucha gente, esta noche respiro aliviada al saber que Robert Card ya no es una amenaza para nadie”, sostuvo y siguió: “Sé que hay muchas personas que comparten ese sentimiento, pero también sé que su muerte puede no traer consuelo a muchos. Pero ahora es el momento de sanar”.
Las autoridades estadounidenses no dieron muchos detalles del hallazgo y no aceptaron preguntas durante la conferencia. Sí indicaron que brindarán más datos en una sesión informativa este sábado.
Hallazgo
Entre los pocos datos que dieron a conocer, informaron que Card gue hallado en el bosque cerca de Lisbon, un pueblo a 12 kilómetros de Lewiston, donde fue el asesinato masivo. "No te daré una dirección exacta. Estaba cerca del río Androscoggin, en Lisbon Falls", dijo Sauschuck.
En ese sentido, la CNN publicó que el cuerpo apareció cerca de un centro de reciclaje en el que el hombre trabajaba tiempo atrás. Había sido despedido. Llevaba puesta la misma ropa con la que cometió la masacre.
Presidente
Joe Biden también celebró el hallazgo de Robert Card y se refirió a una “epidemia de violencia con armas de fuego”. “Nos sentimos agradecidos de que Lewiston y las comunidades vecinas están seguras después de pasar días insoportables escondidos en sus casas”, señaló el presidente de Estados Unidos.
Además, aseguró que los estadounidenses “no deberían tener que vivir de esta manera”. Y pidió a los republicanos en el Congreso que “cumplan con su obligación de mantener seguros a los estadounidenses”.