Alexander Van der Bellen, candidato por el partido ecologista Los Verdes-Alternativa Verde, fue reelecto en las elecciones presidenciales de Austria. El mandatario reunió el 54,6% de los votos y superó al movimiento ultraderechista, el Partido de la Libertad de Austria. Hasta ahí, política pura.
Sin embargo, lo que llamó la atención de los comicios fue la presencia del Partido de la Cerveza en el tercer lugar, con el 8,4% de los sufragios. Lo que comenzó como una broma en 2019, fue creciendo y ahora asoma como una corriente popular entre los jóvenes, a tal punto que alcanzó el segundo lugar en la capital, Viena.
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El candidato presidencial del movimiento político fue Dominik Wlazny, más conocido como "Marco Pogo", el líder de una popular banda punk austríaca llamada Turbobier.
Este nuevo partido surgió como una antítesis de la política tradicional. Entre sus propuestas figuraba considerar el consumo de cerveza “un derecho fundamental” y poner una fuente de cerveza en cada esquina. Sin embargo, con el correr del tiempo, esas iniciativas irónicas mutaron en otras más profundas, relacionadas al cambio climático y la igualdad social.
“En general, el presidente austríaco tiene un papel principalmente representativo. La verdadera formulación de políticas recae en el canciller y el gobierno. Por esa razón, en las elecciones presidenciales los candidatos divertidos tradicionalmente tienen más posibilidades que en las elecciones generales”, expresó la analista política austríaca Alexandra Siegl a TN para explicar la buena posición de "Marco Pogo" en los comicios.
La especialista también argumentó que los sorprendentes resultados del Partido de la Cerveza también se deben a los altos niveles de descontento de la población ante la inflación, la guerra en Ucrania, los efectos de la pandemia, y también debido al "hartazgo" de los jóvenes ante los gobiernos tradicionales.