Encierro, humillación pública, dolor y condena social: es el precio que se paga en un país asiático por decidir ser gay. Dos jóvenes fueron condenados a tres años de cárcel y sometidos a 77 latigazos cada uno por mantener relaciones homosexuales.
El hecho tuvo lugar en Aceh, única provincia de Indonesia en la que rige la Sharia o Ley Islámica que criminaliza la orientación sexual.
El castigo fue realizado con presencia de público. Se presentó a los acusados ante la gente con una túnica blanca y se los sometió a un flagelo que solo paró un minuto para que bebieran agua. La madre de uno de ellos estaba presente y sufrió un desmayo.
Zakwan Shi, portavoz de la Policía, explicó que los hombres (de 27 y 28 años) fueron descubiertos manteniendo relaciones durante el mes de noviembre en una habitación que alquilaban.
"Ambos fueron encontrados por el arrendador, quien sospechó cuando vio pasar varios hombres a la habitación", afirmó en declaraciones a la agencia de noticias DPA .
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"La aplicación de la Ley Islámica es definitiva, no importa de quien se trate, e incluso los visitantes deben respetar las normas locales", explicó Heru Triwijanarko, oficial encargado del mantenimiento del orden.
Un castigo inexplicable
Aunque parezca increíble en pleno siglo 21, la Ley Islámica tipifica como delito a las relaciones entre personas del mismo sexo. Las coloca a la misma altura de gravedad de otras acciones como el juego, las apuestas, beber y vender bebidas alcohólicas, la violación, el acoso sexual o el adulterio.
+ VIDEO: El momento del castigo: