La víctima del terror fue un ciudadano iraquí acusado de practicar “brujería”. El grupo ISIS decidió decapitarlo públicamente en la localidad de Nivine, Irak, ante la presencia de una multitud de personas que quedó perpleja por la brutal ejecución.
Nuevamente el horror quedó plasmado en niños que fueron expuestos al espanto del Estado Islámico. Como sucedió esta semana que revelaron videos en los que se puede ver a menores ejecutando a prisioneros bajo sus órdenes.
Las imágenes muestran al iraquí en una plaza de esa ciudad, arrodillado, con sus manos atadas y sus ojos cubiertos con una venda. Luego, procedieron a lo peor. El castigo finalizó con uno de los terroristas cortándole la cabeza con un sable.
Con la imagen estremecedora de la cabeza del ciudadano sobre su cuerpo, un integrante del Estado Islámico, que pertenece a la Corte que realiza las condenas, hizo una lectura explicando los cargos que le fueron imputados.
La decapitación fue símbolo de advirtencia de lo que sucedería si violan la sharia, la ley islámica que rige en las ciudades tomadas por el ISIS.