Stephen Jones y Chris Parker viven en la calle hace mucho tiempo y parecían olvidados, pero ellos no se olvidan de los demás. El día del terrible atentado ayudaron a los heridos.
Estos dos hombres en lugar de salir corriendo, tras la explosión provocada por Salman Abedi, se acercaron a los heridos, intentaron calmarlos, las sacaron vidrios y metales de sus caras y lamentablemente vieron morir a personas delante de ellos.
Jones dormía cerca del lugar cuando explotó la bomba en el Manchester Arena y Parker recorría el lugar pidiendo limosna.
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Hoy mucha gente quiere recompensarlos por su actitud y ayudarlos.
El presidente del equipo de fútbol West Ham, David Sullivan y su hijo Dave ofrecieron pagarle a Jones, un exalbañil de 35 años, una vivienda por seis meses para ayudarlo a reinsertarse en la sociedad.
"Mi papá y yo queremos alquilarle una casa para que se vuelva a poner en pie", twitteo Dave. "Si alguien nos ayuda a encontrarlo se le agradeceremos. Un acto así merece recompensa". A las pocas horas, pudieron dar con él.
Así se confirmó que Steve tendrá por seis meses el alquiler de una casa confortable para poder salir adelante.
En tanto, para Parker se armó espontáneamente una colecta en GoFundMe que ya recaudó más de 50 mil dólares.
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Parker contó que vio a una chica que había perdido sus piernas por la explosión y que una señora de unos 60 años murió en sus brazos.
Además, este hombre pudo recontrarse con su madre que hacía tiempo ningún de los dos sabían nada. Jessíca, la mamá, contó: "Cuando vi la historia sobre lo que hizo y lo valiente que fue, me sentí muy orgullosa. Pensé ´ese es mi chico´. Atravesó en su vida momentos difíciles, pero tiene un corazón de oro".