Una mujer estaba orgullosa de la nueva dieta vegana que había elegido para alimentarse. Pero su fanatismo la llevó a hacer cosas extremas. Se volvió obsesiva por lograr un estilo de vida saludable y la dieta se transformó en un peligro.
Elizabeth Hawk, de 33 años, comenzó a alimentar a su bebé de once meses sólo con frutas y nueves. Deseaba que su hijo viviera como ella. Sin embargo, nunca imaginó que eso le traería problemas graves.
El pequeño comenzó a perder el control de sus habilidades motoras. Estaba desnutrido, lo que provocó “un retraso en el desarrollo”, según detallaron los médicos.
Ahora vive con su papá porque la Justicia le quitó la tenencia a Hawk, quien debe enfrentar cargos por maltrato infantil.