Alex Sandro de Souza Mota, un hombre de 30 años, apareció brutalmente asesinado en su celda de la cárcel de Peco, San Pablo, Brasil. Se trata de un pedófilo que cumplía una condena por violar a su hijastra, de sólo cinco años.
La investigación determinó que el pedófilo fue asesinado por tres reclusos de entre 22 y 30 años. Lo apuñalaron con un cepillo de dientes que afilaron hasta transformarlo en un puñal con el que terminaron con la vida de De Souza, según informaron medios locales.
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Además, detallaron que mientras uno mató al pedófilo, los otros dos reclusos que estaban vigilando le cortaron el pene y se lo colocaron en la boca. Después le extrajeron el corazón y lo tiraron a una de las papeleras de la penitenciaría.
Tras asesinarlo, los tres implicados limpiaron la celda, colocaron el cadáver del hombre de 30 años con sus genitales en la boca y le dejaron el cepillo de dientes afilado al costado del cuerpo.
“Uno de los detenidos asestó el primer golpe en el cuello de la víctima, lo que acabó provocando una hemorragia. Allí se dio cuenta de que posiblemente esa herida era mortal. Después de eso, acostó a la víctima en una cama y comenzó a hacer algunos cortes para extraer el corazón y también le quitó el pene y lo colocó en la boca de la víctima”, precisaron.