El miedo y la desesperación llevaron a una madre en California, Estados Unidos, a una situación extrema para salvar a su hija. Mató a uno de los dos perros de la familia que estaban atacando a su beba de un año.
Primero intentó salvarla la abuela de la niña, Margaret Morales. “Uno la tenía agarrada de la pierna y tuve que sacarle los dientes”, contó la mujer al medio local KNBC. Sin embargo, no pudo. Según su relato, el animal le mordió la mano y le dejó una herida abierta.
De esa manera se interpuso Jaime Morales, mamá de la pequeña: agarró un cuchillo y lo apuñaló. “Era él o mi hija, así que elegí a mi hija. Hice lo que tenía que hacer para protegerla", expresó Jaime.
Salvaje ataque
La beba sufrió una mordida en la pierna, el tobillo y el hombro, señaló su abuela. Tras esas heridas, le hicieron varios puntos y se sometió a dos cirugías. Entre ellas, una por quebradura de cadera.
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Margaret Morales, Jaime Morales y la tía de la niña, quien también interfirió para frenar a los perros, requirieron puntos de sutura. En el caso de Jaime, en el rostro y en el brazo.
“Me siento muy mal, pero tenía que hacerlo. Estoy bastante segura de que cualquiera lo habría hecho”, expresó la madre de la pequeña.
Pese a que según los familiares los animales no habían sido agresivos antes, el incidente fue suficiente para que tomaran la decisión de sacrificar al segundo perro implicado para evitar otro episodio similar. Ambos tenían tres años y eran propiedad de Margaret.