Wali ya se encuentra en Ucrania decidido a ayudar al país en medio de la invasión rusa. Se trata de un soldado retirado, considerado uno de los mejores francotiradores del mundo, y que supo tener experiencia en Irak y Afganistán.
"Me dijo que necesitaban un francotirador. Es como que un bombero oiga sonar la sirena. Tenía que ir. Lo sé, es horrible. Pero yo, en mi cabeza, cuando veo las imágenes de destrucción en Ucrania, es a mi hijo al que veo en peligro y sufriendo. Voy allí por razones humanitarias", declaró el canadiense, quien fue invitado especialmente por el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky.
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Ya ubicado en Ucrania tras cruzar la frontera desde Polonia, Wali prometió "matar de a uno a los rusos". Llegó junto a tres ex soldados canadienses y el grupo fue recibido con gran afecto por las fuerzas locales: "Estaban muy contentos de tenernos".
El francotirador también se mostró sorprendido el inmenso flujo de refugiados que salían del país. "Tengo que ayudar porque aquí hay gente que está siendo bombardeada solo porque quiere ser europea y no rusa”, aseguró desde territorio ucraniano.
A los 40 años, Wali, quien prefirió no identificarse con su nombre por temor a represalias contra su familia, ostenta una especie de récord mundial al haber matado de un disparo a un miembro del Estado Islámico a una distancia de casi tres kilómetros y medio.