Llevo más de 30 años de periodismo y nunca tuve que relatar un país tan dividido. Siempre hubo enfrentamientos, claro, duros muchas veces, sangrientos. Pero esta es una división que tiene otro aroma. Un odio que mezcla clase, color, ideología, edad, geografía. Como si se diluyera el celeste de la bandera.
Ya no sé qué clase de himno canto yo y cuál canta el de al lado. O qué cosa de la bandera le gusta a mi vecino cuando yo prefiero otra. Algo nos identifica a los 40 millones como argentinos pero ya no sabemos qué es. Y en estos tiempos ni siquiera la selección de fútbol.
Cómo se hace un país cuando nos une tan poca cosa.
Tenemos que inventarnos algo en común. Una, cinco o diez cosas en las que creamos todos y putearnos por el resto, pero a esas respetarlas. ¿Será difícil el asunto? En fin, la historia no nos acompaña.
Saavedristas versus morenistas; unitarios vs. federales, Rosas y Urquiza, y podríamos seguir hasta el presente.
Una, cinco o diez cosas en las que acordemos todos, nada más, y tomarnos las manos para cantar el himno, y admirarnos por todos los colores de la bandera.
Esta columna fue publicada en el programa Córdoba al Cuadrado de Radio Suquía – FM 96.5 – Córdoba – Argentina.