Un simple tuit desenmascaró la campaña que ciertos sectores del oficialismo nacional venían desplegando en torno a la "repatriación" de argentinos varados en el exterior.
Fue la respuesta de Iberia a un posteo del canciller con un falaz reproche a varias las principales compañías aéreas internacionales
Felipe Solá había expresado su supuesta molestia con las aerolíneas que, según el relato oficial inaugurado hace una semana, "dejaron varados" a miles de pasajeros en medio del avance del coronavirus.
El responsable de las Relaciones Exteriores del país demandaba "respuestas" ante la situación.
Desde la cuenta de Iberia en Twitter, salieron al cruce del Canciller exponiendo un hecho objetivo que está a la vista de todos: que es el gobierno argentino el que prohibió las operaciones de las compañías.
No le hizo falta al comunity manager de Iberia la precaria maniobra propagandística que el gobierno ensayó con los demorados vuelos de Aerolíneas Argentinas para repatriar a los ciudadanos de nuestro país que quedaron a la deriva.
La impostura oficial quedó al desnudo. Si el redactor del tuit hubiese sido argentino hubiera cerrado con un típico "besis".
Aunque en tiempos de coronavirus, el más formal "saludos" calce mejor.