El temblaredal político nacional que genera la sanción de la reforma previsional, que implica una nueva forma de calcular los aumentos y modificaciones a la edad opcional para jubilarse, impactó de lleno en Córdoba y en el convulsionado peronismo cordobés.
De los votos que le sumó el llamado PJ Federal a Cambiemos para que el oficialismo pudiese aprobar la reforma, Córdoba (cuatro) y Misiones (cinco) fueron los que hicieron más aportes. Juan Schiaretti fue uno de los firmantes y defensores del pacto fiscal entre Nación y provincias, que llevaba atada la reforma previsional.
Y sus legisladores levantaron la mano: Martín Llaryora, Alejandro Vigo, Pablo Cassinerio y Juan Brügge. En este último caso recibió sugerencias de la Iglesia de Córdoba para que votase en contra, pero se mantuvo fiel a los dictados del gobenador.
La diputada que responde a José Manuel de la Sota, su pareja Adriana Nazario, ratificó su voto en contra, con lo cual expuso las dos posturas que tiene Unión por Córdoba: los que están ahora a cargo de la gestión son partidarios de la buena relación con Mauricio Macri y los que responden al exgobernador y flamante comerciante textil prefieren una oposición más marcada al Presidente.
A Nazario le reprocharon que De la Sota en su momento impulsó el diferimiento de los aumentos a jubilados provinciales, lo que ella definió como una muestra de “creatividad” de su marido.
Pero los reproches no se terminan ahí. En la reciente campaña electoral, Llaryora decía que iba a votar en contra de ajustes a jubilados y cualquier cambio de la edad de retiro. Así lo muestra este video:
¿Se vuelve? Lo decíamos en la servilleta el viernes de Arriba Córdoba: Llaryora ya le avisó a Schiaretti que no va a acompañar a Cambiemos con la reforma laboral, que se tratará el año que viene. Y crecen las conjeturas respecto a que en cualquier momento puede volver a ocupar el cargo de vicegobernador, para el cual está en uso de licencia y no renunció.