Apenas escuché el discurso del Presidente, pensé: “No te adelantes, bebé”.
Hay aislamiento obligatorio en Argentina mientras esta panza parece un caparazón invertido de treinta y pico de semanas que pesa tanto como las incertidumbres que nos carcomen a todos.
Las embarazadas no pensamos en otra cosa desde el viernes: en cuarentena nos da miedo parir.
“Esto es un parto”, solía escuchar cuando era chica en mi casa si algo se ponía complicado o difícil. No importa si se trataba de un trámite largo en el banco o si algún familiar tenía un problema o si el perro se enfermaba y había que darle una pastillita con su comida todos los días.
Lo que venía con una cuota de complicación era “un parto”. Ahora que estoy ante un parto en serio mientras el coronavirus avanza en el país, la frase que se me vino a la cabeza es ¿qué vamos a parir con todo esto de la cuarentena?
La información sobre el estado del sistema de salud argentino es preocupante. El ministro de Salud de la Nación explicó que si todos respetamos la cuarentena podríamos tener una curva de 250 mil infectados en Argentina, que es lo que el sistema sanitario podría contener.
No hay mucho margen, tenemos que quedarnos en casa. Pero en la tele muestran “kilómetros de ….(vos ponele el calificativo)” en las rutas queriendo llegar a destinos turísticos. Hay más detenidos por incumplimiento de la cuarentena que infectados por el Covid-19.
No hay que ser científico para darse cuenta que así nos pasamos seguro de la curva prevista por Ginés González García y las autoridades sanitarias.
Gestar
Es tan maravilloso el cuerpo de la mujer que mientras gesta una nueva vida crea un universo perfecto dentro de sí. “El bebé está en un all inclusive, todo lo que necesita lo tiene dentro de la panza sin siquiera tener que pedirlo”, me dijo con humor una vez mi obstetra.
El tema es afuera. El tema es salir del todo incluido para venir a un mundo deficiente en un montón de aspectos y encima con coronavirus. Y eso es lo que nos angustia a las futuras mamás. Tener que parir en sanatorios atestados de gente.
Mientras en Córdoba el impacto de la enfermedad todavía es leve, las clínicas y hospitales ya están poniendo a punto operativos de contingencia con carpas fuera de los sanatorios para atender la patología.
Una buena noticia, al menos por ahora, es que las estadísticas mundiales no muestran contagio alto en niños y tampoco en embarazadas.
Áreas especiales
El subdirector del Hospital de Niños de Córdoba, Marcelo Argüello, me confirmó que están preparando un área específica para atender los casos que lleguen de coronavirus. “Leves, moderados y severos serán atendidos en un sector destinado exclusivamente a esta patología”, según el profesional.
Esperan que en ésta parte del mundo tampoco sean los niños los más afectados. Es más, para nuestra tranquilidad, ni siquiera los bebés que nacieron de mamás infectadas fueron perjudicados.
No hay registros de contagio intrauterino a nivel mundial. El “all inclusive” también los resguarda del coronavirus así que respiremos profundo panzonas. ¡Que el pánico no nos juegue una mala pasada!
Concentremos nuestras energías en potenciar ese nido con todo incluido para que nuestros embarazos lleguen a término.
Y el parto tal vez sea doble.
Imagino que nos marcará para siempre. Como mamás al recibir a nuestros hijos y como sociedad después del coronavirus que también pasará, pero dejará cicatrices como todo parto. Estamos aprendiendo muchas cosas.
Están cayendo todas las fichas juntas sobre nuestra forma de vida y nuestra fragilidad como seres humanos. ¿Qué vamos a parir en esta pandemia?
De eso seguiremos reflexionando acá mientras estamos #GestandoCuarentena.