Una revelación periodística impactará en la política israelí, haciendo crecer dudas y sospechas sobre el gobierno de Netanyahu y la desprevención total de una parte del país que se supone supervigilada y con la población protegida por las fuerzas militares, policiales y de inteligencia.
La agencia The Associated Press analizó y difundió un video propagandístico que Hamas había publicado en las redes sociales el pasado 12 de setiembre. Se trata de imágenes muy explícitas de la preparación y entrenamiento de yihadistas para abrirse paso por el llamado “Muro de Hierro” que cubre la frontera entre Israel y Gaza, y para realizar un ataque casa por casa para masacrar y secuestrar civiles israelíes.
La propaganda de Hamas muestra cómo se llevaría a cabo la destrucción de la barrera fronteriza y cómo ingresarían a territorio israelí bandadas de yihadistas armados hasta los dientes y montados en camiones y camionetas. A renglón seguido, en una réplica de aldea israelí, los yihadistas entrenan para ir casa por casa matando o secuestrando a sus moradores.
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Ese video, cuya veracidad fue certificada por especialistas, agiganta las inquietantes preguntas que recorren Israel desde el pogromo sangriento del sábado 8 de octubre: ¿por qué pudieron tantos abyectos yihadistas entrar tan fácilmente y masacrar a civiles totalmente desprotegidos, en lo que se supone debe ser la frontera más custodiada del país? ¿por qué falló la inteligencia israelí en detectar el plan en marcha?
¿Por qué los dispositivos satelitales y toda la tecnología de altísima sofisticación desplegada a lo largo de la línea limítrofe más custodiada del mundo, junto con el Paralelo 38 que divide la península coreana, no detectaron el gigantesco despliegue de milicianos hacia las alambradas con la clara intención de derribarla y lanzarse sobre los poblados israelíes? ¿por qué había tan pocos militares y policías para garantizar la seguridad de las aldeas agrícolas, los kibutzim y las ciudades que están cerca de la frontera?
A todas esas preguntas, el video propagandístico de Hamás agregó otra: ¿cómo puede ser que ni el Mossad ni el Shin Bet (aparatos de inteligencia) ni el gobierno se hayan enterado de lo que tan claramente insinuaba un video que se había publicado el 12 de septiembre?
En la antesala del 11-S, lo que falló en Estados Unidos fue la capacidad de distintos cuerpos de inteligencia como la CIA y el FBI, así como también la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial y la Oficina de Inteligencia y Contrainteligencia, de ensamblar la información que cada una de ellas tenía y, de unirse como piezas de rompecabezas, podían revelar lo que planeaba Al Qaeda.
En la llamada Guerra del Yom Kippur, Israel fue tomada por sorpresa debido a una exitosa estrategia de engaño urdida por el gobierno de Anuar el Sadat a través de un doble agente que reportaba para la Muhabarat y para el Mossad. Lo que aún no se puede entender es por qué falló de manera tan garrafal el sistema israelí ante el golpe más devastador que en su historia haya recibido la población civil.
Que el Mossad haya creído en 1973 que Egipto no atacaría a Israel hasta recibir una dotación de aviones cazabombarderos Mig-23 que le enviaría el líder soviético Lonidas Brezniev, le costó el puesto, meses después de terminar el conflicto, a la primera ministra Golda Meir y a todos sus ministros.
¿Caerá también, meses después de acabada la guerra en curso, el gobierno extremista que preside Netanyahu y cuyas políticas contra los acuerdos de paz negociados en Oslo tan funcionales han resultado para la criminal Hamas?
Cuando la sociedad y la política de Israel hayan salido de este conflicto, es posible que estas pregunten empiecen a crecer con forma de sospechas sobre Netanyahu. Seguramente, de haber sabido que habría un ataque y haber permitido que ocurra, como tantos líderes autoritarios que usan las agresiones externas para salir del paso cuando están en apuros (y el gobierno ultraconservador lo estaba, por las masivas y sostenidas protestas en su contra), jamás habrá imaginado que se trataba de un gigantesco y sangriento pogromo, que masacró y secuestró a millar y medio de civiles. La peor atrocidad sufrida por el pueblo israelí en su historia plagada de guerras.