1. Utilizar dispositivos ahorradores: Elementos de fácil instalación y de bajo costo que ayudan a consumir hasta un 60 por ciento menos de agua. Se adaptan a todo tipo de griferías y no afectan la calidad del agua. Se instalan en ducha, griferías o depósitos de inodoros.
2. Detectar fugas internas: Las roturas y filtraciones son una de las causas de derroche de agua potable. Debemos realizar un mantenimiento periódico como una buena forma de cuidar el agua.
3. Usar el lavarropas lleno y en programas cortos: Estos últimos son llamados “programas ecológicos” y se caracterizan por un lavado rápido que utilizan menos agua.
4. Reutilizar agua de lavarropas: El agua del enjuague puede ser usada en la limpieza del hogar.
5. Lavar el auto con balde: Para ahorrar agua en esta tarea, lo mejor es utilizar balde y sería óptimo hacerlo con agua de lluvia. De lo contrario, utilizar manguera insume 120 litros y si la dejamos abierta en todo el proceso derrocha aproximadamente 700 litros de agua por hora.
6. Cerrar la canilla al higienizarse: Cuando nos lavamos las manos, la cara, los dientes, o nos afeitamos, debemos evitar que el agua corra durante el enjabonado, y volver a abrir la canilla para enjugarnos. Este consejo también vale para el lavado de platos.
7. Ducharse en menos de cinco minutos: En la ducha y el baño se concentra el 30 por ciento del consumo general de una vivienda. Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda realizar duchas rápidas de cinco minutos como máximo, ya que este tiempo sería más que suficiente para cuidar nuestra higiene en forma diaria.
8. Cosechar agua de lluvia: Con esta agua podemos regar, lavar pisos y el auto. Para recolectar, debemos colocar recipientes en el techo del hogar, en el jardín o debajo las canaletas. Luego, esa agua debe ser colocada en tanques o recipientes cerrados para evitar que el mosquito Aedes aegypti, portador del virus del dengue, pueda acceder y reproducirse.
9. Regar el jardín de noche y con regadera: Si lo hacemos durante las horas de sol, el agua se evapora. En cambio, al hacerlo de noche, el agua infiltra correctamente y lleva frescura a las raíces. El riego con regadera evita el derroche que se produce con la manguera abierta.
10. Armar el jardín con especies nativas: Las especies autóctonas consumen menos agua que el resto porque se adaptan perfectamente al clima de nuestra zona y al régimen de lluvias.
Cuidar el agua y evitar el uso desmedido e innecesario, es cuidar a las próximas generaciones. La OMS recomienda consumir 100 litros diarios, número que los cordobeses triplicamos. Es hora de cambiar hábitos. ¿Te sumás a cuidar el medio ambiente?