Cada uno de los cordobeses capitalinos utiliza en promedio entre 350 y 420 litros de agua por día, dependiendo de la época del año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 100 litros deberían ser suficientes para satisfacer las necesidades básicas de salud, alimentación e higiene. Es decir que cada uno de los cordobeses gasta actualmente entre tres y cuatro veces más que lo recomendable.
Bañarse, cocinar, tirar la cadena (o apretar el botón del inodoro), llenar piletas, lavar la ropa, el auto y los platos, son algunos de los usos más comunes que le damos los seres humanos al agua. Por ser un recurso escaso, es importante que sepamos en qué gastamos de más y así reducir el consumo.
Según la OMS, la mayor cantidad de agua se pierde en el inodoro (38 por ciento). Le siguen el lavado de ropa, con el 22 por ciento; el 20 por ciento se utiliza en la ducha y el siete por ciento para lavar los platos.
Desde que nos despertamos hasta que nos sentamos a desayunar ya gastamos entre 10 y 20 litros de agua para higienizarnos. Se calcula que algunas personas gastan hasta diez litros de agua sólo para lavarse las manos. Si nos cepillamos los dientes con la canilla cerrada utilizamos apenas medio litro contra los diez que podemos llegar a desperdiciar si la dejamos abierta. Sumados a los entre ocho y 10 litros que consumimos al tirar la cadena del inodoro.
Siguiendo con el podio del consumo de agua, el quinto y sexto lugar lo ocupan la limpieza de la casa y el lavado de cara y manos, con el cuatro por ciento para cada una de esas actividades. Más abajo de la tabla se ubican la cocina, con el dos por ciento); el consumo personal, con otro dos por ciento y un conjunto de otros usos que apenas representan el uno por ciento del total.
Tomemos conciencia
El agua es un recurso escaso y por lo tanto valioso. Una parte del planeta ni siquiera tiene acceso a ella. la OMS advierte que hay en el mundo unas 800 millones de personas que sólo cuentan con 50 litros por día. Por eso, debemos aprender a administrar su uso para que no falte y para mejorar la calidad de vida de los consumidores.
Si partimos de la estadística mencionada, vemos lo importante que resultan algunas medidas de ahorro como, por ejemplo, utilizar mochilas o tanques de inodoro que regulen la cantidad de agua según la necesidad; seleccionar bien la ropa a lavar para utilizar las capacidades máximas de nuestros lavarropas al tiempo que cuidarnos de no dejar canillas en apertura contínua, ya sea para higiene personal o para el lavado de platos.
Datos:
10 Litros. Es lo que ahorraríamos con sólo cerrar la canilla al cepillarnos los dientes.