A pesar de haber experimentado un invierno bastante cálido, las temperaturas ideales para disfrutar de la pileta ya llegaron. Por lo tanto, es crucial estar preparados para no perder ni un solo día y poder disfrutar del primer chapuzón.
Disfrutá de tu pileta siguiendo estos consejos:
¡Cuidala todo el año!
Tener la pileta llena trae muchos beneficios:
- Previene daños estructurales: el agua ejerce una presión constante que contrarresta el empuje generado por los diferentes materiales, evitando fisuras y grietas que generan los movimientos de la tierra.
- Ahorramos miles de litros de agua: el gran volumen de líquido puede servir para refrescarnos y disfrutar durante muchas temporadas si la cuidamos, evitando así el derroche por el recambio cada temporada. Hay que tener en cuenta que para llenar la pileta usamos agua potable, que es un recurso escaso y no renovable.
- Evitamos focos de infección: al realizar un mantenimiento periódico, la conservamos libre de bacterias y microorganismos que pueden ser perjudiciales. También evitamos la proliferación de mosquitos y el posible desarrollo de dengue.
- Mecánica: filtrar el agua todos los días para remover la suciedad y evitar que se estanque, controlar el filtro semanalmente, limpiar el canasto del skimmer con regularidad, pasar el “saca bichos” frecuentemente y pasar el limpiafondo una vez por semana para remover toda la suciedad que se sedimenta. Una buena opción es colocar un cobertor, que además evita que se evapore el contenido.
- Química: el cloro es el principal aliado para mantener el agua libre de bacterias, evitando así la proliferación de microorganismos. En caso de turbidez, hay químicos clarificantes que ayudan a decantar esas partículas al fondo para que puedan ser extraídas con el limpiafondos. Las pastillas multiacción pueden ser grandes aliadas y es necesario medir frecuentemente el PH para evitar que se ponga verde.
¡Tips para optimar el cuidado!
- Controlar las fugas: mientras se pone en condiciones el agua, hay que corroborar que se mantenga el nivel y no haya pérdidas. Reparar estos desperfectos es fundamental para evitar el derroche y asegurar la estructura.
- Elegir un sistema eficaz de limpieza: hay que comprar los productos químicos que permiten mantener el agua para poder reutilizarla hasta seis años sin tener que cambiarla.
- Cuidado con el fondo: tiene que estar libre de microorganismos y suciedad. Para mantenerlo y cuidarlo lo mejor es usar un limpiafondos con frecuencia. El decantador puede ser un gran ayudante.
- Evitar que el agua se evapore: durante los días de mucho calor, colocar un cobertor para evitar que el líquido se vaya al ambiente.
Sumate al cuidado del agua realizando estas acciones y ayudanos a construir un presente y un futuro más sostenible!
¡Descubrí más consejos sobre el consumo de agua en las redes sociales de Aguas Cordobesas!: Facebook - Instagram - Twitter