Los peatones son los agentes más expuestos y vulnerables a los siniestros viales. Sin carrocería protectora, con menor tamaño y visibilidad que un vehículo, pueden sufrir graves lesiones en caso de atropello. En el último año, 1.600 peatones perdieron la vida en las calles y rutas de Argentina, representando el 22 por ciento de muertes por siniestros viales. En el mundo, la Organización Mundial de la Salud estima que cada año 270.000 peatones mueren atropellados, es decir, que los peatones constituyen la mayor proporción de lesionados o muertos en las carreteras.
Debido a su vulnerabilidad, la legislación de tránsito argentina, en línea con la de los demás países, establece que los vehículos deben darle la prioridad a los peatones que cruzan correctamente la calzada por las esquinas o sendas peatonales, y con el semáforo a su favor, en caso que haya. Sin embargo, un estudio reciente indica que 9 de cada 10 conductores no otorga la prioridad al peatón, y 3 de cada 10 muertos en el tránsito son peatones. Esta actitud lleva a los peatones a ceder el paso forzosamente a los vehículos, e incentiva a que se arriesguen cruzando en situaciones y lugares menos seguros.
¿Qué ocurre con un peatón que es atropellado?
En la mayoría de los accidentes donde un vehículo golpea a un peatón, el impacto es frontal. Para un adulto, el primer contacto ocurre generalmente entre la pierna o la rodilla y el parachoques del vehículo, seguido del muslo con el borde del capó, y la pelvis o el tórax con la parte superior del capó. Luego, la cabeza golpea el capó o el parabrisas. Los niños, por ser más pequeños, generalmente reciben el golpe a la altura de la cabeza o el cuello.
Casi todas las lesiones graves se producen por el impacto directo del peatón contra el mismo vehículo, no tras su caída en la vía. La gravedad de las lesiones sufridas dependerá de la velocidad de impacto del vehículo, el tipo de vehículo, la forma y dureza de la parte delantera del vehículo, la edad y altura del peatón, así como la posición del peatón en relación al frente del vehículo.
Un peatón adulto corre un 10 por ciento de riesgo de morir al ser atropellado por un auto a 30 km/h y tiene más de un 50 por ciento de riesgo de muerte si es atropellado a 55 km/h.
Por esto, es de suma importancia recordar que el peatón siempre tiene la prioridad en esquinas y sendas peatonales. Todos somos peatones en algún momento del día.
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