“Asistente legislativa”. Con ese cargo, Virginia Martínez fue contratada en la Legislatura de Córdoba desde el 1° de diciembre pasado.
Días después, utilizando su DNI, el puntero del peronismo provincial Guillermo Kraisman y la despedida directora de un polideportivo municipal Luciana Castro intentaron cobrar alrededor de un millón de pesos de una cuenta a nombre de Martínez en el Banco de Córdoba. Por eso fueron detenidos y están imputados por tentativa de estafa.
Luego de varios allanamientos, la sospecha es que Martínez nunca se presentó a trabajar al edificio frente al puente de avenida 24 de septiembre.
Su salario básico como “asistente legislativa nivel 3″, según figura en el portal de Transparencia, fue de 878.361 pesos. Un monto similar al que quisieron retirar Kraisman y Castro.
Según detalló Roberto Battaglino en Arriba Córdoba, testimonios del entorno de la mujer señalan que nunca fue pero que, además, ni siquiera sabía que era empleada de la Legislatura.
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Es decir que le habrían abierto la cuenta y contratado sin que ella lo supiera, presuntamente para pasar a cobrar su sueldo.
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“Ni siquiera le avisan a la persona, por eso esa mujer nunca fue al banco abrir la cuenta, porque probablemente no sabía”, describió Battaglino.
De todos modos, no se descarta la imputación de Martínez como cómplice, ya que pudo haber sabido de la maniobra y no denunció a Kraisman. Tampoco descartan que le haya debido un “favor”. Mientras tanto, se espera su declaración en la fiscalía.