Domingo Cavallo es uno de los dirigentes apuntados por el estallido social que ocurrió hace exactamente 20 años en Argentina. El ex ministro de Economía participó durante los primeros años del Gobierno de Menem y luego se sumó los últimos nueve meses junto a la Alianza, antes del final en diciembre de 2001.
En diálogo con Telenoche, dijo "estar convencido de que fue un golpe institucional llevado a la práctica por aquellos que querían pesificar la economía para sacarse de encima las deudas en dólares que tenían".
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Y en ese sentido responsabilizó al ex titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, al sector del peronismo liderado por Eduardo Duhalde y al ala del radicalismo encabezada por Raúl Alfonsín y Leopoldo Moreau.
Cavallo se encarga de aclarar que cuando el periodista Daniel Hadad junto a la mesa que compartía con otros colegas en la medianoche del canal América anunció que había renunciado, "fue en realidad una operación montada por un sector del radicalismo y la complicidad de algunos referentes de la prensa, para disipar a los manifestantes que seguían agolpados en Plaza de Mayo".
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"¿Quién dijo que la debacle del 2001 fue por la Convertibilidad?", desafía el ex ministro de Menem y de De la Rúa. "El 1 a 1 y el hecho de poder usar el dólar como moneda es lo que nos aseguró estabilidad. Pensar que esto causó la crisis es una mentira grosera", según Cavallo.
Cuando se le pregunta si tiene una autocrítica para hacer y si siente que fracasó, responde enfático: "Absolutamente no. Yo no fracasé y demostré que se puede tener estabilidad y crecimiento en la economía argentina".
Finalmente, descarta cualquier posibilidad de pedir perdón por todo el daño que causó el corralito y las medidas financieras de diciembre de 2001. "La gente fue engañada y es a mí a quien tienen que pedir perdón por convertirme en chivo expiatorio de una estafa que concretaron otros", dice Cavallo.