El Gobierno definió la fórmula de actualización para las jubilaciones que enviará al Congreso de la Nación.
La misma se basa en la evolución de los salarios y la recaudación (en partes iguales), por lo que la tasa de inflación ya no será parte de la ecuación. De esta forma, el Gobierno busca poner un freno a la inercia inflacionaria.
Desde el oficialismo explicaron que la nueva fórmula se asemeja a la utilizada durante el gobierno de Cristina Kirchner, que rigió hasta el 2017 cuando la derogó la gestión de Mauricio Macri.
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La actualización de las jubilaciones será semestral, en marzo y septiembre.
El aumento de marzo, se basará en las variaciones de los salarios formales (RIPTE) y la recaudación tributaria de la Seguridad Social por beneficiarios que se produjeron entre julio y diciembre del año anterior.
El aumento en septiembre, por lo que pasó con esas dos variables entre enero y junio, con un agregado no menor: se comparará el índice salario-recaudación con la recaudación total de la ANSeS por beneficio de los últimos 12 meses, incrementada en un 3 por ciento y de ambos se elegirá el menor.
“Hacer ajustes semestrales con un rezago mínimo, disminuye la volatilidad y reduce la pérdida de poder adquisitivo ante shocks inflacionarios como los observados en 2018 y 2019”, detalla el comunicado oficial.
La fórmula propuesta no establece ninguna compensación inicial por la pérdida de los haberes jubilatorios durante 2018 y 2019, y durante 2020 que afectó a las jubilaciones medias y más altas.