Daniel “La Tota” Santillán está atravesando un duro momento personal, ya que su esposa le pidió el divorcio por mensaje y se fue a vivir con la empleada doméstica.
Además, a esto se suma que no puede ver a sus dos hijas menores, Camila, de seis años, y Mía, de cinco, ya que su expareja Sol lo denunció por "amenazas coercitivas".
El conductor no ve a sus hijas desde el 22 de agosto del año pasado. "Está todo en manos de la Justicia", aseguró. Y explicó: "Al menos la Justicia aceptó que le hicieran pericias psicológicas a Sol. El año pasado me tuve que ir de mi casa y me dieron un monoambiente de un amigo, y ahora tengo que dejarlo. Hay mucha maldad, aunque Sol no es así ni nunca lo fue".
"Nos separamos cuando descubrí que mi mujer tenía una relación con la empleada. Le conté mis sospechas a mi suegro. Se rió sarcásticamente y me dijo que no me preocupara, que yo iba a encontrar a otra mujer. Para él puede ser que todo pase, pero para mí es amor puro".