Julieta, Marcelo y Pedro tenían una rutina antes de la cuarentena. Pero todo cambió desde el 20 de marzo. Cada día que Marcelo volvía de hacer un turno de 12 horas como paramédico, comenzaba un proceso de desinfección para no afectar a la familia
Esa y otras razones obligaron a tomar una decisión: debían separarse hasta que esta situación mejore. Nunca imaginaron que sería por tanto tiempo.
Julieta decidió ir con Pedro a casa de sus padres y cumplir con una doble misión: cuidar a sus papás que son grupo de riesgo y resguardar a su familia de la exposición de Marcelo.
+ MIRÁ MÁS: Una enfermera denunció que fue agredida y discriminada por un chofer
“Me acuerdo cuando ese día cargué las cosas en la camioneta para que se vayan y me quedé solo, llorando y preguntándome porqué está pasando todo esto”, cuenta muy emocionado Marcelo.
Hoy se encontraron en el aire de Arriba Córdoba, por teléfono y lo dos dijeron las mismas tres palabras: “Hola mi amor”.
“Quiero agradecerte a vos por toda la fuerza que le pones y el aguante que me están teniendo. No puedo hablar porque realmente se me nubla todo”, dice Carlos entre lágrimas y concluye: “Hay que aguantar, ser fuerte.”
+ VIDEO: Mirá la entrevista en Arriba Córdoba:
El contacto es permanente, a través de todo lo que permite la tecnología. “Yo estaba muy preocupada por mantener el vínculo porque Pedro es chiquito”, cuenta Julieta y recuerda el último encuentro, el más emotivo desde que se separaron.
Los abuelos de Pedro necesitaban una medicación. Marcelo se ofrece a buscarla y llevárselas a la casa. Era la mejor oportunidad para ver a su hijo.
Cuando estaba llegando, Pedro escucha el ruido de una moto y sabe que es de su papá. Se va corriendo a la ventana y gritando de felicidad. Se acerca a la reja de la casa y llena de alcohol en gel las manos de su papá.
Ese contacto, registrado con emoción por Julieta le dio fuerzas a Marcelo para seguir. “Desde entonces, Pedro está mejor, más contento”, cuenta la mamá de esta familia dividida por el coronavirus.
+ MIRÁ MÁS: Todos sentados en los colectivos: un infectólogo analizó los riesgos
El próximo 9 de mayo, Pedro cumplirá dos años. Marcelo tampoco podrá estar con él. Por eso le adelantó el regalo y le llevó un triciclo que pasó por encima de las rejas para felicidad del pequeño.
Saben que no son los únicos que están en esta situación por eso Marcelo no sólo le agradece a su familia el apoyo, también le dice "gracias" a todos sus compañeros y colegas.