El viernes por la noche, los ruidos molestos hicieron llegar a la Policía a una casa de barrio Las Flores en Río Tercero. Adentro, 105 jóvenes participaban de una fiesta que rompía todos los protocolos para evitar contagios del coronavirus.
Tras el desalojo, la propia organizadora tuvo una actitud polémica en las redes sociales. Con tono irónico, se refirió a la cantidad de gente que había en su casa y mostró el acta que le hicieron: "150 personas, jajajajajajaja. Me comí una multa".
Denuncia penal
Esta mañana, el intendente, Marcos Ferrer, confirmó que el municipio iba a presentar una denuncia contra las personas que organizaron la fiesta clandestina. A los organizadores los calificó como "irresponsables" y también cuestionó a los padres que permitieron que sus hijos vayan a la juntada.
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"Como autoridad no puedo dejar pasar esta situación", lamentó Ferrer. "Estoy seguro de que muchos de los hijos de los que marchaban pidiendo la flexibilización estaban en esa fiesta", agregó, según informó El Diario de Río Tercero.