La mayoría de los fumadores se sorprendieron esta mañana al ir a comprar un atado de cigarrillos en el kiosco. El Gobierno Nacional decidió prorrogar hasta fin de año la rebaja del Impuesto Adicional a los cigarrillos, que se redujo del 21 por ciento al 7 por ciento.
Pero a su vez, incrementó el Impuesto Interno sobre el tabaco, es decir, el costo fiscal que pesa cada paquete, lo que significa un aumento del 60 al 75 por ciento. Los tabacaleros, en represalia a la polémica medida, aumentaron un 40 por ciento el cigarrillo.
Las empresas productoras reconocieron que el impacto “va a ser fuerte” y aseguraron que la medida podría traer consecuencias en los puestos de trabajo en el sector. Consideran que el ajuste de los precios será como un “tarifazo” entre los consumidores.
Por su parte, el Ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, explicó a través de un comunicado que enviará un proyecto de ley para eliminar definitivamente el Impuesto Adicional de Emergencia a cambio de un incremento de la alícuota de impuestos internos.