Desde hace cuatro meses, Justina Lo Cane esperaba un corazón para ser trasplantada. Lamentablemente un órgano apto para la intervención nunca llegó y este miércoles la vida de la nena de 12 años se apagó.
"Esperó cuatro meses y luchó, con todas sus fuerzas, para que llegara ese corazón", resaltó la familia a través de una carta publicada en Facebook. "Soportó y resistió, esperando. Soñando en su fiesta de cumpleaños el 9 de diciembre. Siempre apostando a salvarles la vida a los demás que estaban en su misma condición", agregaron los papás, que la llamaban "Leona".
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En total, fueron 10 los operativos montados por la Fundación Favaloro para recibir un corazón que se adapte al cuerpo de Justina. Algunos órganos fueron destinados a pacientes más graves y en otros no había compatibilidad.
Por un virus, la nena adquirió una cardiopatía cuando tenía un año y medio. En el pasado julio se descompensó e ingresó a la lista de espera del Incucai y en septiembre padeció otra descompensación aún más fuerte. Su muerte provocó miles de mensajes en las redes sociales en los que se destacó la importancia absoluta de ser donantes de órganos.
+ La carta completa de la familia de Justina:
"No podemos parar de llorar.
Se nos fue el sol.
Se nos fue Justina.
Esperó 4 meses y luchó, con todas sus fuerzas, para que llegara ese corazón.
Por múltiples factores que afectan al sistema de salud argentino nunca llegó la salvación para ella. Todos los que vivieron una situación igual lo saben. El sistema nunca juega a favor de los pacientes.
Justina solo tenía a su papá, a su mamá, a Cipriano y Ceferino, a sus tíos, a sus abuelos, a su familia, a los amigos de su familia, a sus compañeros del colegio, a sus maestros, a toda la comunidad, a sus médicos y a todos ustedes luchando por salvarle la vida.
Con sus 12 años soportó y resistió, esperando. Soñando en su fiesta de cumpleaños el 9 de diciembre. Siempre apostando a salvarle la vida a los demás que estaban en su misma condición.
Justina es un ejemplo de alguien que antepuso la necesidad de otros a su vida misma. Nunca quiso que pidamos un corazón para ella: “Papi ayudemos a todos los que podamos”. Nuestra LEONA no quería que nadie pasara por lo que ella pasó.
Paola y Ezequiel dieron todo por su hija. Lucharon para intentar salvarla convocando a miles de argentinos en esta campaña que llamamos La Campaña de Justina. En su dolor, les envían un abrazo gigante. #Multiplicatex7 #LaCampañaDeJustinaDesdeElCielo Justina se fue sabiendo que su lucha les salvó la vida a muchos que esperaban un trasplante. No llegó su corazón. No lo encontraron.
No podemos parar de llorar. Ninguna muerte es justa. Menos la de un niño. Justina está en el cielo. Desde allá nos está mirando".
+ Algunos de los mensajes por la muerte de Justina: