La líder de disidente de Venezuela no pudo recibir el Nobel de la Paz en sus propias manos, lo cual resalta el alto precio de vivir en la clandestinidad por enfrentar una dictadura.
Los presidentes de Estados Unidos y Rusia no pudieron disimular su desagrado por la decisión del comité nórdico que castigó a dictador venezolano por haber robado descaradamente la voluntad popular expresada en la última elección.
Una de las principales referentes en la lucha contra el dictador Maduro se llevó el galardón. Su reacción.
La líder opositora repudió el acto en el que el dictador venezolano reasumió en el cargo. En la misma dirección, el gobierno argentino condenó al régimen.
La dirigente opositora se expresó en redes sociales y dijo estar en un lugar seguro. Más temprano había reaparecido en una multitudinaria movilización en Caracas.
La dirigente fue secuestrada por la dictadura de Maduro después de participar de una marcha en Caracas.
Lo que valora y lo que denuncia el Parlamento Europeo al otorgar el Premio Sajarov a María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.
Aunque reprimiendo, asesinando y encarcelando disidentes consiga retener el poder, Nicolás Maduro ya fue vencido por María Corina Machado, porque desnudó la miseria moral y política de su régimen.
Nicolás Maduro le solicitó a la Justicia que actúe contra los líderes de la oposición que encabezaron una movilización en Caracas. La postura de Lula da Silva.
Venezuela queda al borde una escalada de tensiones y de represiones como las que dejaron centenares de muertes y millares de presos políticos a mediados de la década anterior.
Es difícil imaginar un triunfo limpio de Maduro y más difícil aún imaginar que reconocerá una victoria del candidato de la disidencia liderada por María Corina Machado.
La ola de votos que obtuvo en las primarias de la oposición convierte a María Corina Machado en la mayor amenaza para el régimen. Pero Nicolás Maduro tiene una carta en la manga.
Contrariando posiciones que ellos mismos habían sostenido en casos anteriores, los presidentes Lula da Silva y Alberto Fernández dicen que repudiar la inhabilitación de la líder disidente venezolana es una inaceptable injerencia en los asuntos internos de Venezuela.