Un bebé nació en Odesa, al sur de Ucrania, con una lengua que mide seis veces más que lo habitual para un recién nacido y no puede contenerla en su boca. El músculo le llega al mentón y pone en riesgo su vida.
El pequeño se llama Lev y fue diagnosticado con una deformación genética conocida como Síndrome de Beckwith-Wiedemann. De acuerdo a medios locales, su lengua tiene 15 centímetros más que lo normal y lo detectaron en una ecografía a las 32 semanas de embarazo.
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En un principio, los papás del niño tomaron la situación como algo “original y distintivo”. Sin embargo, luego cambiaron de idea al entender que el síndrome podría causarle la muerte debido a que no podría alimentarse fácilmente.
Además de las dificultades al comer, el Síndrome de Beckwith-Wiedemann puede derivar en un cáncer. Aparece en uno de cada 15 mil bebés y puede manifestarse de distintas formas, entre ellas la “macroglosia” que sufre Lev.
Operación
Ante las complicaciones que puede traerle al pequeño, su papá y su mamá consultaron a un especialista las posibilidades de operarlo. El médico les dijo que era algo muy complicado y riesgoso pero posible cuando su hijo fuera un poco más grande.
Lev finalmente fue operado en el Centro de Medicina Infantil de Lviv apenas cumplió un año. En la intervención le hicieron una reducción y esa fue la primera vez que pudo tener la lengua en su boca.
“La vida de Lev ha cambiado mucho después de la cirugía”, dijo su mamá Olena y aseguró: “Mi hijo está aprendiendo a beber, a comer y a comunicarse, como lo hacen todos los niños, porque antes tuvo que adaptarse a las condiciones que provoca el tener una lengua grande. Tiene que aprender todas estas habilidades de nuevo”.