La profesión de cantante tiene muchas satisfacciones pero también puede significar dedicar menos tiempo a la familia y a estar con los hijos. Pero a Lisandro Márquez la vida le dio una revancha, porque hoy transita su carrera en compañía de su hija Valentina, que tiene 21 años y heredó de su papá una voz maravillosa.
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"Él siempre se dedicó a esto, yo era chiquita y él se iba a trabajar un montón de tiempo, entonces no compartíamos mucho como nos hubiese gustado. Y hoy poder hacer lo mismo y disfrutar ese tiempo, siento que se recupera lo que se perdió", reflexiona ella.
Desde hace un tiempo, Lisandro incluyó dentro de sus shows su participación y el público enseguida la aceptó: "Valen tiene un ángel que traspasa, que trasciende y eso no se compara en la farmacia", dice con orgullo su papá, quien ve en ella todo lo necesario para tener un buen futuro como artista.
+ VIDEO Lisandro y Valentina Márquez en Cuarteteando:
Al igual que su papá, Valen creció en una casa donde se respiraba música, y desde chica siempre su sueño fue cantar. Asegura que no le pesa ser "la hija de", por el contrario, siente una gran admiración por la carrera de Lisandro y acepta todas sus sugerencias y él trata de transmitirle todo lo que aprendió del suyo, Patricio Márquez. "Todo el tiempo me dicen que soy igual a él, los mismos gestos, para mi es un orgullo porque las dos personas que yo más admiro, y no solo en lo artístico, son mis papás", explica.
Juntos, se mueven en el escenario como si fuera su hábitat más natural, aprendiendo el uno del otro: “Lo que más admiro de mi papá es la perseverancia. Desde muy chico que se dedica a esto y nunca se rindió, siempre siguió haciendo lo mismo. Eso me dejó una gran enseñanza y también su humildad, que es muy importante en este trabajo”.