El terror se apoderó de Israel. El país de Medio Oriente sufrió un ataque terrorista sin precedentes de Hamas, declaró el estado de guerra y ya son más de 700 las víctimas. Hay al menos 100 secuestrados y otros 2 mil heridos. La situación es crítica, los ciudadanos temen por sus vidas y consideran que las cifras sigan en aumento.
Muchas de las personas que viven allí son inmigrantes, como Clara Cohen, una cordobesa que está instalada en la ciudad de Ashdod, al sur de Israel. En diálogo con Arriba Córdoba, contó que el conflicto comenzó el sábado a las 6:30 y desde entonces atraviesan un contexto “muy muy difícil”.
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Según contó, de manera sorpresiva, suenan las alarmas que alertan por un nuevo ataque. “Hace unas horas se escucharon cohetes, no sé cuántos habrán tirado, calculo que más de 100 y los estruendos se escucharon muy fuerte”, relató.
Refugios
Cohen explicó que los refugios son claves para estar a salvo en medio de los atentados terroristas y comentó que en su caso tiene uno dentro de su departamento que es su propio cuarto. “Es una habitación más pero tiene una puerta blindada y una ventana de un metal muy muy grueso”, precisó.
También señaló que allí tienen “agua, comida, sillas y todo lo que sea necesario” en caso de que tengan que estar allí por muchas horas o períodos largos. “Se cierra la puerta y la ventana y nos tenemos que quedar ahí hasta 15 minutos después de sonadas las sirenas y los estruendos”, explicó.
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Si alguien no tiene refugio en su casa, se deben colocar debajo de la escalera o salir a la calle y refugiarse. “Siempre hay lugares seguros donde resguardarse”, indicó la cordobesa.
En tanto, comentó que en Ashdod tienen entre 35 y 45 segundos “para correr al refugio”. “En Tel Aviv, por ejemplo, tenés un minuto y medio”, sumó.
Rutina
Por último, Clara Cohen contó que trabaja en un jardín de infantes en una ciudad que está a 25 minutos de donde vive pero por los ataques las actividades educativas están suspendidas. “Sólo funcionan las esenciales, como supermercados y hospitales, que están colapsados”, sostuvo.
En esa línea, remarcó que los médicos “tienen mucho trabajo”. “Están solicitando muchos dadores de sangre como prioridad máxima. Hay muchas personas fallecidas, muchas secuestradas, otras de rehenes en sus casas con terroristas adentro sin poder salir”, relató y concluyó: “Es muy muy difícil”.