La ciudad de Alepo quedó totalmente devastada tras la histórica batalla entre el gobierno y los militantes yihadistas. Después de que los rebeldes sirios liberaran la zona, militares rusos encontraron decenas de cadáveres.
Los cuerpos mutilados y con disparos en la cabeza aparecieron en fosas comunes donde sufrieron “torturas brutales”. El portavoz del Ministerio de Defensa ruso sostuvo que “esto es solo el principio”.
Durante el macabro hallazgo, también dieron con siete almacenes con municiones “suficientes para armar a varios batallones de infantería”.
Además había armamento abandonado, como tanques, cañones, lanzacohetes múltiples, morteros caseros y numerosos documentos. Para facilitar el retorno, están trabajando para desminar la ciudad.