Necio, según la Real Academia Española, se aplica a personas con estas características: "Ignorante y que no sabe lo que podía o debía saber. Falto de inteligencia o de razón. Terco y porfiado en lo que hace o dice".
Después de escuchar el discurso leído en telepronter por el presidente Alberto Fernández luego de los primeros resultados oficiales, recordé –como seguramente le habrá ocurrido a una inmensa mayoría de ciudadanos– el viejo refrán: “A palabras necias, oídos sordos”.
Sólo en la mente de una persona terca pueden caber las reflexiones totalmente alejadas de la realidad que hizo el primer mandatario después de que hablaron las urnas.
No se enteró Alberto Fernández que la del domingo fue una elección histórica que hundió a la alianza gobernante en el piso más bajo de sufragios que cosechó el peronismo en los últimos 34 años de democracia.
Por ahora, no se conocen las ideas del sorpresivo anuncio del domingo denominado programa económico plurianual que enviará al Congreso el 1º de diciembre próximo, y que, según Fernández, tendría consenso dentro de los sectores que componen el Frente de Todos.
¿Qué triunfo?
Estimado presidente: perder por escaso margen en la provincia de Buenos Aires y por más de ocho puntos en todo el país, no lo autoriza a usted a tomarlo como un “triunfo”.
Alberto Fernández en vez de convocar a festejar en Plaza de Mayo un triunfo que no existió en las elecciones del domingo, debería explicar cómo piensa sacar a la Argentina del abismo que se avecina si no resuelve temas urgentes como inflación, gasto público, emisión y recuperación de la actividad económica.
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Puede ser un buen punto para el debate, el plan de cinco puntos del director de la Fundación Capital, Martin Redrado: equilibrio fiscal y monetario, revolución impositiva, incremento de las exportaciones y shock de infraestructura.
En su momento, Redrado recordó que sólo tres ministros de Economía tuvieron el respaldo de leyes dictadas por el Congreso. Fueron Juan Vital Sourroille con el Plan Austral, Domingo Cavallo con el Plan de Convertibilidad y Roberto Lavagna con la ley de Emergencia Económica.
Lo cierto es que en el actual contexto de relatos alejados de las más elementales evidencias, no será una tarea sencilla sacar adelante al país.