En el tramo final del 2022 se acumularon señales de que China podría invadir Taiwán el año entrante, haciendo estallar un conflicto que sería la réplica asiática del que se está desarrollando en el corazón del continente europeo.
En el inicio de su visita a Malta, líder de la Iglesia Católica condenó la invasión rusa a Ucrania y se refirió en duros términos a Vladimir Putin, aunque sin mencionarlo.
Sorpresivamente, la negociación en Estambul abrió perspectivas de un acuerdo de pacificación. Ambas partes estarían comenzando a aceptar que en el campo de batalla no podrán lograr la totalidad de lo que aspiran.
Aún ganando el conflicto militar que desató en Ucrania, el líder ruso podría perder la guerra económica que lanzaron en su contra las potencias de Occidente.