En 2019, 25 bebés fueron envenenados en una guardería de China. Uno de ellos falleció. La responsable de la intoxicación fue la maestra de los niños que fue ejecutada tras ser sentenciada a la pena de muerte.
La Justicia determinó que Wang Yun envenenó a los alumnos para vengarse de un compañero con el que había discutido.
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En la investigación comprobaron que la maestra había colocado nitrito de sodio en la comida de los nenes. Uno de los niños, de tan solo 10 meses de vida, murió a causa de un fallo multiorgánico.
Yun recibió una condena a muerte por "arrojar productos peligrosos en la comida", precisó TN. En la sentencia la habían privado de sus derechos civiles.
A pesar de haber apelado, la Justicia dejó firme la sentencia a pena de muerte, la cual se ejecutó el jueves.